La publicidad política de hoy en día en Colombia es una industria millonaria cuyo objetivo, como lo ha sido siempre para todo efecto publicitario, es convencernos de consumir un producto, y tal como se hace con uno de cualquier tipo, los defectos son ocultados y las virtudes aprovechadas para posicionarlo como aquel que el consumidor desea y sueña tener.
Tras varias décadas de evolución de las campañas políticas en Colombia, se ha logrado vender el mismo producto, uno tradicional, de clase alta pero que supuestamente está comprometido con la clase baja, que tiene experiencia "gobernando", que tiene firmeza y que va a cambiar el destino de Colombia llenándola de empleo, salud, seguridad, oportunidades, transparencia, paz, soberanía y mil sueños más.
¿Qué hay que hacer para obtener todos estos beneficios? solo comprar este producto asistiendo a las urnas a votar en un día de elecciones, no hay que hacer nada más, solo aguantar y esperar a que nuestros sueños se cumplan.
Tras tantos años los colombianos siguen comprando el mismo tipo de producto. Solo hay que ver los comerciales, escuchar los rumores, hacer cálculos lógicos de conveniencia y seleccionar el que más nos convence.
Tras tantos años los colombianos hemos elegido un pésimo producto que nos tiene sin empleo, sin salud, sin seguridad, sin paz y con los mismos sueños aún sin cumplir.
El presidente Uribe fue el primer presidente en muchos años que logró algo, un importante avance en seguridad (específicamente con la guerrilla a quienes en 8 años desplazó de muchas zonas aunque muy lejos de acabarlos). Son tantos nuestros deseos sin cumplir que este producto, Álvaro Uribe, que en salud, empleo, oportunidades, igualdad y transparencia fue tan notoriamente malo, es el mejor presidente que hemos tenido en varias décadas. Se ha convertido en el orgullo de Colombia y hoy el 70% de los colombianos lo apoya. ¿Cumplió su promesa básica de acabar con la guerrilla y llenarnos de oportunidades? No, pero aunque sea logró avanzar en algo. ¿Fue un buen presidente? seguramente no, pero si fue mucho mejor que los anteriores.
De esta forma y basados en el "conformismo" que se ha detectado en los colombianos, las campañas políticas de este año se han basado en ofrecernos productos que continúen con el avance de Uribe.
La campaña de Juan Manuel Santos, para mí que soy un profesional del medio de la comunicación y la publicidad, es formidable, han logrado ocultar innumerable cantidad de defectos y fortalecer la única virtud que tiene este producto, el respaldo del mejor presidente de los últimos años. Su campaña se ha basado en hacer olvidar la imagen que Colombia tiene de Juan Manuel Santos y hacernos ver en él, la imagen de Uribe, su campaña ha usado la voz del presidente, los pocos programas de gobierno que se construyeron para apoyo social y se ha enfocado en los logros en seguridad obtenidos en su gobierno. Se ha ocultado todo tipo de escándalos de corrupción, su imagen de hombre conveniente que siempre está con quien tenga el poder sin importar su ideología, el mal gobierno de su tío abuelo Eduardo Santos, presidente en la época en que mataron a Gaitán y que empezó toda esta guerra de hoy, e innumerables escándalos y defectos generados de su trayectoria como político tradicional.
Pero el mayor éxito de la campaña de Santos ha estado en la ofensiva. Este año ha aparecido en la escena política un nuevo producto, totalmente anti tradicional, de clase media, que hace menos promesas y que nos dice que no solo basta con elegirlo, sino que habrá que participar de su gobierno para que se logren las metas, un maestro universitario cuya carrera política es corta y el resultado de sus experiencias como gobernante muy positivas. Aún en publicidad es difícil competir contra un producto que a la vista se ve mucho mejor como lo es Mockus, ya que la publicidad de un buen producto se hace boca a boca, luego de la experiencia positiva de cada consumidor que recomienda el producto a otro. Atacar un producto de mejores características es difícil y solo se logra encontrando su punto débil y concentrando la atención del consumidor en el.
La campaña de Santos ha sido muy hábil en esto, el Doctor Antanas Mockus entre todas sus virtudes, tiene un gran defecto, no es un experimentado político, por ende no está acostumbrado a manejar en su oratoria frases audaces que agradan a la gente, ni el entusiasmo y claridad al hablar que hace sentir energía en sus seguidores, ni la conveniencia en cada declaración, ni la prudencia para no dar opción a malinterpretaciones. Allí está el punto débil y había que lograr que la atención del consumidor no se centrara en las virtudes del candidato sino en este defecto. Se dieron las condiciones para esto y Mockus empezó a mostrar su gran debilidad, él como cualquiera de nosotros, colombianos comunes, damos espacio a la malinterpretación, no somos concisos y logramos exponer con claridad nuestras ideas solo luego de una conversación. Mockus cae y cae en la misma trampa y su campaña bien intencionada pero poco estratégica tiene como lema no invertir en defenderse ni en atacar, pues no sería coherente con su discurso de transparencia y paz. Dadas todas las condiciones hoy la campaña de Santos ha logrado erradicar el voz a voz, pues cualquier seguidor de Mockus tarda más tiempo justificando las equivocaciones de oratoria de su candidato que comunicando sus virtudes. Lo cual es desgastante y poco fructífero ante un país poco educado que prefiere una novela de televisión a un libro interesante.
Definitivamente si se tratara de elegir la mejor estrategia de campaña presidencial me inclinaría 100% por la de Santos, excelente trabajo de estrategia y de imagen! Excelentes estrategas, diseñadores, comunicadores y publicistas! impecable manejo de la oratoria en su discurso.
Solo me pregunto si Colombia hoy desea elegir la mejor campaña o al mejor presidente. Creo que todos creen que desean lo segundo, pero creo en realidad que elegirán lo primero.
Tras varias décadas de evolución de las campañas políticas en Colombia, se ha logrado vender el mismo producto, uno tradicional, de clase alta pero que supuestamente está comprometido con la clase baja, que tiene experiencia "gobernando", que tiene firmeza y que va a cambiar el destino de Colombia llenándola de empleo, salud, seguridad, oportunidades, transparencia, paz, soberanía y mil sueños más.
¿Qué hay que hacer para obtener todos estos beneficios? solo comprar este producto asistiendo a las urnas a votar en un día de elecciones, no hay que hacer nada más, solo aguantar y esperar a que nuestros sueños se cumplan.
Tras tantos años los colombianos siguen comprando el mismo tipo de producto. Solo hay que ver los comerciales, escuchar los rumores, hacer cálculos lógicos de conveniencia y seleccionar el que más nos convence.
Tras tantos años los colombianos hemos elegido un pésimo producto que nos tiene sin empleo, sin salud, sin seguridad, sin paz y con los mismos sueños aún sin cumplir.
El presidente Uribe fue el primer presidente en muchos años que logró algo, un importante avance en seguridad (específicamente con la guerrilla a quienes en 8 años desplazó de muchas zonas aunque muy lejos de acabarlos). Son tantos nuestros deseos sin cumplir que este producto, Álvaro Uribe, que en salud, empleo, oportunidades, igualdad y transparencia fue tan notoriamente malo, es el mejor presidente que hemos tenido en varias décadas. Se ha convertido en el orgullo de Colombia y hoy el 70% de los colombianos lo apoya. ¿Cumplió su promesa básica de acabar con la guerrilla y llenarnos de oportunidades? No, pero aunque sea logró avanzar en algo. ¿Fue un buen presidente? seguramente no, pero si fue mucho mejor que los anteriores.
De esta forma y basados en el "conformismo" que se ha detectado en los colombianos, las campañas políticas de este año se han basado en ofrecernos productos que continúen con el avance de Uribe.
La campaña de Juan Manuel Santos, para mí que soy un profesional del medio de la comunicación y la publicidad, es formidable, han logrado ocultar innumerable cantidad de defectos y fortalecer la única virtud que tiene este producto, el respaldo del mejor presidente de los últimos años. Su campaña se ha basado en hacer olvidar la imagen que Colombia tiene de Juan Manuel Santos y hacernos ver en él, la imagen de Uribe, su campaña ha usado la voz del presidente, los pocos programas de gobierno que se construyeron para apoyo social y se ha enfocado en los logros en seguridad obtenidos en su gobierno. Se ha ocultado todo tipo de escándalos de corrupción, su imagen de hombre conveniente que siempre está con quien tenga el poder sin importar su ideología, el mal gobierno de su tío abuelo Eduardo Santos, presidente en la época en que mataron a Gaitán y que empezó toda esta guerra de hoy, e innumerables escándalos y defectos generados de su trayectoria como político tradicional.
Pero el mayor éxito de la campaña de Santos ha estado en la ofensiva. Este año ha aparecido en la escena política un nuevo producto, totalmente anti tradicional, de clase media, que hace menos promesas y que nos dice que no solo basta con elegirlo, sino que habrá que participar de su gobierno para que se logren las metas, un maestro universitario cuya carrera política es corta y el resultado de sus experiencias como gobernante muy positivas. Aún en publicidad es difícil competir contra un producto que a la vista se ve mucho mejor como lo es Mockus, ya que la publicidad de un buen producto se hace boca a boca, luego de la experiencia positiva de cada consumidor que recomienda el producto a otro. Atacar un producto de mejores características es difícil y solo se logra encontrando su punto débil y concentrando la atención del consumidor en el.
La campaña de Santos ha sido muy hábil en esto, el Doctor Antanas Mockus entre todas sus virtudes, tiene un gran defecto, no es un experimentado político, por ende no está acostumbrado a manejar en su oratoria frases audaces que agradan a la gente, ni el entusiasmo y claridad al hablar que hace sentir energía en sus seguidores, ni la conveniencia en cada declaración, ni la prudencia para no dar opción a malinterpretaciones. Allí está el punto débil y había que lograr que la atención del consumidor no se centrara en las virtudes del candidato sino en este defecto. Se dieron las condiciones para esto y Mockus empezó a mostrar su gran debilidad, él como cualquiera de nosotros, colombianos comunes, damos espacio a la malinterpretación, no somos concisos y logramos exponer con claridad nuestras ideas solo luego de una conversación. Mockus cae y cae en la misma trampa y su campaña bien intencionada pero poco estratégica tiene como lema no invertir en defenderse ni en atacar, pues no sería coherente con su discurso de transparencia y paz. Dadas todas las condiciones hoy la campaña de Santos ha logrado erradicar el voz a voz, pues cualquier seguidor de Mockus tarda más tiempo justificando las equivocaciones de oratoria de su candidato que comunicando sus virtudes. Lo cual es desgastante y poco fructífero ante un país poco educado que prefiere una novela de televisión a un libro interesante.
Definitivamente si se tratara de elegir la mejor estrategia de campaña presidencial me inclinaría 100% por la de Santos, excelente trabajo de estrategia y de imagen! Excelentes estrategas, diseñadores, comunicadores y publicistas! impecable manejo de la oratoria en su discurso.
Solo me pregunto si Colombia hoy desea elegir la mejor campaña o al mejor presidente. Creo que todos creen que desean lo segundo, pero creo en realidad que elegirán lo primero.
interesante! nuestra ignorancia nos hace dejarnos llevar por la publicidad y no por el producto!!
ResponderEliminarbuen analisis pero difiero en lo ultimo,"si se tratara de elegir la mejor campaña presidencial me inclinaría 100% por la de Santos, excelente trabajo de estrategia y de imagen!", para mi ha sido la peor de todas las campañas presindenciales en la historia sobre todo la de santos,los errores publicitarios han quedado en la evidencia del plagio y la copia, 1- la imitacion de la voz de uribe a muchos no nos gusto 2- la copia de la cancion de juanes, 3-el plagio del video del politico aguilar .....horroroso, yo era uribista pero esa falsa copia no me la compro
ResponderEliminarExcelente!
ResponderEliminarExcelente Artículo, te felicito. Al igual que el otro comentario también pienso que la publicidad de Santos fué muy barata y pésima. El plagio de la voz del presidente y el plagio exacto de la campaña del mexicano Aguilar. Que falta de creatividad en la campaña de Santos. Yo nunca había visto tanta creatividad en una campaña como en la del profe Antanas, es impresionante el valor agregado en esta matería. Por lo demás que usted escribió estoy de acuerdo en casi todo, solo que creo que la gente si va a escoger un buen producto y el presidente será Antanas Mockus, aunque como dice un amigo; no es la última palabra como político, pero es lo mejor que tenemos. La honestidad es el primer valor de todos y por sobre todos.
ResponderEliminarNelson.
Malísima campaña la de un candidato que vulnera los Derechos de Autor y engaña a sus electores. Prefiero la honestidad, la reflexión y la pulcritud en el manejo de dinero público.
ResponderEliminarMuy buen análisis, entiendo la posición del autor, no se trata de cual campaña es más ética o mejor sino de cual es más efectiva, en eso estoy de acuerdo con el articulo. Sin embargo estoy seguro de que quién ganará será Mockus por encima de cualquier estrategia pulicitaria. Colombia ha despertado y ya no nos dejamos convencer por trampas.
ResponderEliminarJavier Gómez